“Ahora, firmeza,
firmeza como la roca en el mar que continúa erguida, sin que la conmueva
ni asuste el oleaje en los días de tormenta, o el flujo que aspira a
inundarla, o el reflujo que la deja sola. La vida me ha enseñado que lo
que importa es permanecer, de manera que ni la afluencia masiva y
entusiasta le seduzca y engañe, ni la envidia, ni la infidelidad, ni la
deserción, le desmoralice”.
Horia Sima