domingo, 22 de abril de 2012

La conquista de Berlín

" ¡Cuantas veces hubimos de tener la experiencia de que nuestros hombres de la S.A., que solo habían hecho uso del más primitivo derecho de legitima defensa que a todo ser humano le corresponde, eran sometidos a juicio y condenados como perturbadores del orden publico a severas penas de cárcel y presidio!. Es comprensible que bajo estas condiciones, a la larga, la indignación en la oposición nacional llegara al punto de ebullición. Se le quita a la Alemania nacional las armas con que podría defenderse contra el terrorismo. La policía niega la protección de la vida y la salud a que todo ciudadano es acreedor, y si el hombre amante de la paz defiende finalmente, en la ultima desesperación, su vida con sus puños limpios, entonces para mayor escarnio es arrastrado delante del juez. "