El origen de una celebración de odio
o El origen de la Fiesta del Purim está descrito en la Biblia desde el Libro de Esther, texto del TanajAntiguo Testamento que la Iglesia Católica ha canonizado y sacramentado por situar su historicidad en el judaísmo. En él puede leerse cómo una prostituta judía llamada Esther, ocultando sus orígenes judíos, consigue hacer con sus favores que el Rey Asuero de Persia (Identificado como Jerjes I), dé muerte al Primer Ministro Amán, a sus diez hijos y a más de 75.000 persas, muchos de ellos mientras dormían, colocando en su lugar a Mardoqueo, pariente de Esther.
En la época de su pleno apogeo, el Imperio Persa se extendía desde las fronteras de la India hasta África. En su capital, la Ciudad de Susa, tenía su trono imperial el Rey Asuero, quien ebrio de poder y de fortuna, buscaba, lujurioso, jóvenes muchachas para su Harén Palatino. Fué entonces cuando un proxeneta judío llamado Mardoqueo, pensó que había llegado la tan esperada oportunidad de ganar influencia sobre el poderoso monarca por medio de una de sus bellas "pupilas": Esther. De la mano de Mardoqueo, Esther se presentó en el Palacio Imperial como candidata al Harén. Los esclavos eunucos la bañaron con fragancias y perfumes, cubrieron su cuerpo escultural con bellas vestiduras y la adornaron con joyas preciosas. Así, la llevaron a presencia del Rey, quien sucumbió ante la posesiva sensualidad de la joven prostituta judía.
Poco tiempo después, comienza a desarrollarse dentro de los muros del Palacio Imperial, la intriga conspirativa judaica: dos Consejeros del Rey, siempre leales servidores del Imperio, fueron injustamente ejecutados porque Mardoqueo, a través de Esther — pronto convertida en la todopoderosa Preferida del Harén — había hecho llegar al Rey la falsa noticia de que dichos Consejeros estaban proyectando un atentado regicida.
Asuero se dejaba engañar por Mardoqueo. El Rey, absorto por las hechicerías de Esther, no se daba cuenta de que aquella Masonería judía que actuaba en el interior del Palacio Imperial, tramaba conjuras subversivas contra la unidad y la integridad del Imperio.
Contrariamente al Rey, el Primer Ministro del Imperio, Amán, ejemplo de lealtad y patriotismo, conocía la perversidad intrínseca de los judíos y sabía, también, hasta que punto crecía en el pueblo Persa la cólera contra los explotadores judíos enquistados en las altas esferas de la Corte Real. Amman se hizo portavoz de la voluntad popular y con toda sinceridad expuso al Rey las preocupaciones por su nación:
Amán, conocido por su elevado criterio, por su total dedicación y por su fidelidad a toda prueba, que es la segunda persona más importante del Imperio, nos ha hecho la siguiente denuncia: Mezclado con las diversas tribus de la Tierra, se halla un pueblo que es enemigo de todos, cuyas leyes son contrarias a las de las otras naciones y que constantemente está desobedeciendo nuestras disposiciones, de tal manera que impide que podamos gobernar como conviene para el bien de todos. Comprobamos, en efecto, que esta nación es distinta a las demás, que está en declarada oposición con toda la humanidad, que debido a sus leyes lleva un tipo de vida extraño, que es contrario a nuestros intereses y que comete los peores crímenes, hasta el extremo de amenazar la seguridad de nuestro reino. En vista de esto hemos ordenado, como lo menciona en sus cartas Amán, que toda esa gente sea exterminada por la espada, incluyendo a sus mujeres y niños, sin consideración ni miramiento alguno, el 14 del duodécimo mes del año, o sea, el mes de Adar. Así irán a parar al infierno el mismo día los enemigos del orden de ayer y de hoy, y tendremos en adelante un régimen estable y tranquilo.
Esther, 13:3-7
Ante el temor de que sus siniestros planes fueran descubiertos y abortados, el judío Mardoqueo, utilizando una vez más a la meretriz Esther, preparó inmediatamente una respuesta a las leales advertencias del patriota Amman, con el fin de acelerar el proceso de dominación sobre aquel rey pusilámine, entregado a vicios y perversiones. En medio de una bacanal etílica y sexual, completamente borracho, le concedió a Esther todo lo que la malvada ramera judía le pidió.
... La Santa Esther no quedó todavía satisfecha y consiguió que el rey enviara carta sellada a todos los gobernadores ordenando que en cada ciudad fuesen a estar con los judíos y les mandasen juntarse todos a una y estuviesen apercibidos para defender sus vidas, y matasen y exterminasen a todos sus enemigos con sus mujeres e hijos, y todas sus casas y que saqueasen sus despojos....
Ahíto de vino y perturbado por las interesadas caricias de la impúdica mujerzuela, Asuero ordenó ahorcar a su fiel Amman y a sus jóvenes hijos, cometiendo así un espantoso crimen de Estado. Y acto seguido, en medio de una alucinadora fornicación con Esther, Asuero firmó un Edicto Real en el que otorgaba plenos poderes ejecutivos al judío Mardoqueo.
La primera medida adoptada por el encumbrado tirano, fue la creación de una horda de sicarios judíos que en las 127 provincias del Imperio desataron una orgía sangrienta contra la indefensa población civil nacional. Fue un verdadero genocidio, un auténtico Holocausto. Más de 75.000 Persas (entre ellos mujeres, niños y ancianos) fueron salvajemente degollados, en aquella jornada de los días 13 y 14 "del mes de Adar", conforme al Ritual Koscher, por los terroristas judíos de Mardoqueo. Con la sangre y partes del cuerpo de aquellas víctimas inocentes, los asesinos judíos amasaron el pan ácimo que éstos comen simbólicamente en sus celebraciones sectarias. Así mismo, las propiedades de los masacrados, fueron confiscadas en nombre de Sión. Y en recuerdo de aquella jornada de terror, barbarie y saqueo, los rabinos judíos decretaron una fecha de festín y regocijo, la Fiesta del Purim, que desde entonces celebran.
Tan alegre puso al judaísmo esta carnicería, que se instuyó la tradición de celebrar la masacre por la eternidad de los tiempos "con banquetes y convites", con el nombre de Fiesta del Purim, o Fiesta de las Suertes. Con el tiempo, los judíos han asociado al Purim con otra de sus ancestrales fiestas llamada "Passover", que también incluía muertes y derramamiento de sangre, al punto de que probablemente se practican en forma simultánea, haciedo ya que el Passover sea parte del rito del Purim. El Passover es otra fiesta que conmemora una masacre en masa de no judíos a manos de asesinos judíos, esta vez ocurrida en Egipto, aunque la superponen "oficialmente" al escape desde Egipto por Moisés. De hecho, todas las efemérides de este pueblo son celebraciones de asesinatos colectivos contra "gentiles".
Nota: Hemos de tener en cuenta que en esos años la población mundial era muchísimo menor que hoy en dia, había alrededor de 100 millones de personas en todo el mundo, con lo cual estamos ante el mayor exterminio de toda la historia.
Fuente: Metapedia