El general es un miembro de la Guardia de élite del Ejercito Republicano y se encarga de ejecutar las operaciones del régimen en algunas de las batallas más brutales de la ciudad.
“Tenemos que tomar las zonas en poder los de los terroristas, y reducir al mínimo la destrucción de la ciudad y mantener a la población civil de nuestro lado”, dijo el general de 53 años.
“Tenemos delante de nosotros a terroristas que ocupan tierras con hombres armados que llevan a cabo emboscadas o bombardeos. Por tanto, debemos primero revisar todos los edificios, y luego desactivar las bombas para asegurar que la zona es segura”, señaló.
Desde principios de agosto, el ejército ha desplegado unidades de élite a Alepo. La Guardia Republicana es responsable de retomar el oeste de la ciudad y las fuerzas especiales se han encargado del centro.
En las últimas dos semanas, el ejercito ha arrebatado el control del barrio cristiano de Judeidah, en la ciudad vieja de Alepo, y avanzan hacia el distrito Sayyed Ali.
“Hay algunos sirios del norte y de los campos cercanos de Alepo entre los rebeldes, pero en su mayoría son extranjeros. En su mayoría son chechenos, turcos, afganos, libios y tunecinos”, aseguró el alto mando, extendiendo documentos de identidad que parecía ser de hombres de Turquia.
De las actitudes occidentales y de los europeos en particular, sobre esta guerra, expresó incredulidad.
“¿No entienden que somos la última presa que está frenando el flujo de islamistas hacia Europa?”, se preguntó el general. “Qué ceguera”, remachó.
Fuente: Alerta Digital