A continuación, ataron y amordazaron a Amaro, al que condujeron hasta la bañera, que habían llenado con agua hirviendo. Allí pereció ahogado entre terribles sufrimientos.
El jardinero de la familia, Patrick Petrus Radebe, de 24 años, hijo de su empleada doméstica, y Sipho Mbele, de 21 años, se declararon culpables de tres cargos de asesinato y un cargo de violación cada uno.
Por su parte, David Motaung, de 20 años, se declaró culpable del cargo de robo. Los tres admitieron sus delitos ante la Corte surafricana entre risas. A su salida de los juzgados, los tres canallas fueron vitoreados por alrededor de un centenar de surafricanos de raza negra.
Asimismo, el perro de la familia fue asesinado a golpes.
Fuente: Alerta DigitalLos asesinos señalaron que asesinaron al niño para que no los identificara ante la Policía. “Lo amordazamos de pies y manos porque estaba llorandoy lo sumergimos en la bañera hasta que se ahogó”, dijeron.
Este suceso es uno más de lo que sufre a diario la población blanca surafricana ante la despreocupación de las autoridades del país y el silencio de la prensa occidental.