jueves, 14 de junio de 2012
Virtus, Pietas, Fides
Virtus, Pietas y Fides, eran los tres conceptos que ilustraban la moral romana. Ninguna puede traducirse literalmente según lo que entendemos hoy por virtud, piedad o fidelidad, ya que se trata de palabras que han ido cambiando con el tiempo su sentido. Para los romanos, Virtus significaba Disciplina, es decir, el dominio de sí mismos, de la propia naturaleza humana. Era un concepto que no tenía ningún componente religioso actual, sino que era muy humano. Sin disciplina, el hombre cede a sus instintos más básicos, a la atracción del placer sin sentido que lleva a la indolencia, a la avidez sin freno que conduce a desear lo propio y lo ajeno, a la pereza que puede dejar los campos sin sembrar y, por último, en la milicia al miedo en el enfrentamiento decisivo, en el último combate, y con ello, a la derrota total.
Pietas era el Respeto a las tradiciones, a los ritos ancestrales. Observar los ritos y los cultos servía para mantener el difícil e inestable equilibrio entre lo humano y lo divino. Se trataba de un equilibrio que se rompía de vez en cuando, con desastres, guerras y muertes. En cuanto podían, los romanos se esforzaban en volver las cosas a su sitio, reparar los daños y volver a celebrar los ritos tradicionales. Era una tendencia natural a mantener el orden establecido, tanto en lo que tenía relación con los dioses como respecto al resto de la sociedad.
Finalmente, Fides se entendía como la Fidelidad necesaria para dar consistencia y fuerza al propio concepto de estado. La Fides garantizaba las relaciones entre las personas y mantenía siempre vigente una especie de contrato social que hacía confiar en el futuro y que mantenía unidos a los ciudadanos entre sí. Esta Fidelidad se traducía en compromisos firmes que hacían que todos los que tenían contacto con ellos pudieran confiar en los tratados que se establecían con Roma, muy al contrario de lo que tradicionalmente había ocurrido con las civilizaciones de influencia oriental, donde la palabra tenía poca duración y podía cambiar de hoy para mañana.