Como sabéis los sionistas para manchar la imagen y la reputación de sus enemigos desde hace milenios se han dedicado a tachar de "judíos" (entre otras cosas) a personajes como Cristo o hasta el mismísimo Hitler, ya que gracias a este tipo de maniobras logran acabar con la credibilidad del personaje histórico en cuestión. También se han dedicado a tildar de masónico o de tener influencias y control masónico a grandes civilizaciones o órdenes, como los egipcios o los templarios. Cualquiera que analizara esto de forma independiente sin estar influenciado por la lobotomía que ejercen los medios de comunicación y la sociedad desde que nacemos, se daría cuenta de lo ridículo de todo esto, ya que como va a ser judío o masón alguien que luchó encarnizadamente contra ellos? bueno, todos sabemos que el borreguismo no tiene límites y como decía Goebbels una mentira repetida mil veces se acaba convirtiendo en verdad, y eso es lo que hacen los sionistas; saben muy bien como engañar al pueblo constantemente convirtiéndolo en simple ganado, son auténticos trols profesionales.
JESÚS NO ES JUDÍO
Por Guillermo-C Pérez G.
En primer lugar, hay que decir que, aunque Jesucristo nació en Belem (Judea), nació allí circunstancialmente, porque su madre, María, era de Nazaret, y estaba en Belén de paso.
Y, efectivamente, a nadie se le ocurrió jamás llamar a Jesús “Jesús de Belén” o “Jesús Belemita”; ni nadie encontrará nunca esa denominación en texto alguno, porque Jesús nació en Belén circunstancialmente (y así se cumplió la profecía de que Cristo nacería en Belén). Por sangre, Jesús no es de Belén.
Su espíritu era el Espíritu de Dios Hijo, de la misma substancia que Dios Padre, engendrado, NO creado, antes de todos los siglos (eso en cuanto a la parte divina de Nuestro Señor Jesucristo). Dios Hijo igual que su Padre en lo divino.
Pero, corporalmente (en cuanto a la parte humana de Nuestro Señor Jesucristo), se encarnó en el año 7 antes de nuestra era en una Mujer. Por tanto, racialmente tenía que ser de la misma raza de esa Mujer.
I) ¿Quién era esa Mujer?, María de Nazaret
Nazaret NO está en Judea, sino en Galilea. Basta tener unos conocimientos mínimos de geografía para saber que Nazaret está en Galilea. Eso es fácil de comprobar en cualquier mapa de geografía antigua.
Y efectivamente, Cristo, nacido ‘circunstancialmente’ en Belén, al día siguiente de nacer fue llevado a Egipto, donde vivió un tiempo para poco después asentarse en Nazaret y crecer allí, para no moverse de allí -excepto para alguna peregrinación-, hasta los 30-33 años, que es cuando comienza a predicar.
Si su madre, nacida en Galilea, hija de galileos, nieta de galileos, es de Galilea, y si Él creció en Galilea, evidentemente Él es galileo; no sólo por haber crecido allí sino por haberse encarnado en el vientre de una mujer galilea: La Santa Virgen María.
¿O acaso alguien podría decir que si una pareja de chinos visita Berlín y, estando ella embarazada, el hijo nace allí, pero al día siguiente se marchan de allí, el hijo sería un alemán? Evidentemente no. El hijo sería chino igual que sus padres, aunque se quedara allí.
Por lo tanto Jesús es galileo. Es de Nazaret, que está en Galilea. Y no sólo NO es Judea, sino que Galilea ni siquiera limitaba con Judea, ya que había otro país de por medio: Samaría.
Y efectivamente, en TODOS los libros y documentos donde se habla de Jesús, si mencionan una ‘coletilla’, mencionan “Jesús de Nazaret” o “Jesús Nazareno”.
(II)¿Y cuál era la raza de los galileos?
Galilea NO era una zona desértica y de difícil acceso, como sí lo era Judea, sino una tierra de fácil acceso y muy rica y fértil.
Por ello fue poblada por pueblos bastante diversos; primero hubo mediterráneos cananeos presemíticos (un tipo racial, por tanto, similar al de los íberos).
Después, como encrucijada de caminos, con la llegada de pueblos semitas, hubo algunos contactos, sin llegar a la mezcla porque los semitas preferían tierras más aptas para su constitución, por lo que se asentaron en Samaria (limítrofe al sur de Galilea, donde también había cananeos), y también en Judea.
Posteriormente, al menos hacia el 2000 a.C. ya habían llegado a asentarse algunos hititas en Galilea, mezclándose con los cananeos; los hititas eran un pueblo de tipo anatolio, por tanto indoeuropeos (arios).
Hacia el año 1.200 a.C. llegan más indoeuropeos a esas zonas, esta vez los filisteos, que tenían su origen en las islas griegas, empujados por otros arios, llegando a controlar Judea y Samaria, convirtiendo la franja de Gaza al cabo de los años -una zona antes desértica- , con mucho esfuerzo y sacrificio, en una zona muy rica y apta para el cultivo, en colaboración junto con algunos pueblos semitas.
III) Pero no tardaría en llegar el Pueblo de Israel
Estos "hijos de Dios" proceden desde Egipto; eran un pueblo constituido por diversas tribus de procedencias variadas:
La mayoría eran de origen semita-drávida (procedentes del pueblo delincuente de los ‘habiru’, que habían sido expulsados en masa siglos antes de Babilonia, como es el caso, por ejemplo, de las tribus de Simeón y Judá), aunque había algunos egipcios y negroides, y otra parte de arios (arios de tipo mittanio, que en un principio eran la nobleza dirigente).
El Pueblo de Israel va sometiendo a las poblaciones de Filistea (que luego se llamará Judea), acabando por marcharse muchos de esos filisteos a Galilea y a Samaria.
Después someten Samaria y Galilea, quedando bajo su control. Se establece un solo reino con las tres en el que las poblaciones anteriores trabajan para Israel.
Hacia el 885 a.C, tiene lugar la separación del reino en el reino del norte (Galilea y Samaria), tras más de un siglo de luchas y el reino del sur (Judea). Nunca más volverán a estar unidos y quedarán constituidos como naciones independientes. Se entregan a supersticiones e idolatrías en ambos reinos, con la diferencia de que en el reino de Judea mantienen supuestamente una religión contraria a eso (aunque en secreto siguen practicando), al tiempo que asesinan a todos los profetas que les echan en cara sus prácticas protocabalísticas.
El año 721 a.C el rey asirio (semita) Salmanasar destruye el Reino del Norte y deporta a toda su población israelita a Babilonia, junto con una parte de la población aria anterior habitante de Galilea y la población ario-araboide habitante de Samaria.
La zona de Samaria queda prácticamente despoblada, por lo que los asirios la repoblan con colonos iranios (por tanto, arios del tipo indoiranio) y con algunos colonos semíticos de otras partes del Imperio.
La zona de Galilea, algo más poblada –pero aun así bastante mermada en habitantes tras la deportación-, recibe también colonos persas (por tanto arios de tipo indoiranio), que se mezclan con la población indoeuropea anterior.
El 586 a.C. el rey caldeo Nabucodonosor II invade el reino del sur (Judea), quema el templo y deporta a todos los judíos a Babilonia.
Tras la caída de Babilonia en manos de los persas, que se habían sacudido el yugo del Imperio, los persas (arios de tipo indoiranio) establecen un nuevo imperio al mando de Ciro el Grande.
Ciro suelta a los judíos y los deja volver, pero se habían perdido la mayor parte de 10 de las 12 tribus de Israel, deportadas a Babilonia. Las 2 tribus que quedaban son liberadas y regresan el año 537 a.C. a Judea.
Durante aproximadamente un siglo y medio algunos jefes judíos se dedican a buscar algunos restos de las 10 tribus perdidas de Israel, asentando esos restos en Judea.
Galileos y samaritanos les ofrecieron ayuda en la reconstrucción del reino de Judea, pero los judíos la rechazaron y se dedicaron a atacar cada cierto tiempo a los samaritanos y a los galileos.
Bajo amenazas y ataques, los samaritanos y los galileos acabarían asumiendo un tipo de religiosidad próxima a la de los judíos; fueron asentados sacerdotes judíos en Galilea y Samaria que les enseñaron en parte el judaísmo de la época (pero no la faceta esotérica y cabalística ni el ultranacionalismo judíos).
Los galileos y los samaritanos, respectivamente, lo adaptaron como pudieron a su cultura. Paulatinamente irían asentándose algunos judíos en Galilea y en Samaria, construyendo sinagogas. Algunos samaritanos irían, a su vez, asentándose en Galilea.
El año 331a .C, Alejandro Magno, reorganiza los territorios y expulsa numerosas poblaciones araboides de Samaria y expulsa de Galilea a los samaritanos que habían emigrado allí; las poblaciones expulsadas se asientan en la actual Jordania y el actual Líbano. Samaria queda solamente con una parte de sus poblaciones anteriores de origen ario y semita, a las que se unen los colonos greco-macedonios (por tanto arios), mientras que en Galilea los colonos greco-macedonios asentados se mezclan con los habitantes arios anteriores. También asentará colonos greco-macedonios en Decápolis y la Iturea (Traconítide, al este de Galilea) y en Siria.
Galilea y Samaria, que siglos antes se habían separado de Judea en un solo reino, acabarían separándose a su vez por sus notables diferencias de índole geográfica, racial, política, cultural y religiosa, en dos reinos independientes.
En efecto, la tierra de Galilea estaba mejor situada y era más rica; y además, a partir del año 200 a.C. había tenido lugar la última de las migraciones de pueblos celtas: los gálatas.
Los gálatas, en efecto, llegan a asentarse hacia esa fecha en Oriente Medio formando un reino independiente en Asia Menor; algunos de los avances gálatas hacia los ricos territorios circundantes al lago Tiberíades y cercanos al nacimiento del Jordán, acabarían dejando su huella en el propio nombre de ‘Galilea.’
Los judíos solían descalificar a los galileos por considerarles ‘gentiles’ o ‘goyim’, y les consideraban ‘samaritanos’; los samaritanos, a su vez, también descalificaban a los galileos y les acusaban de ‘judíos’.
Simplemente, los galileos, que estaban separados de Judea por el Reino de Samaria, habían formado ya una identidad independiente que poco tenía que ver ya con los samaritanos y que tanto samaritanos como judíos consideraban extraña, de ahí tanta descalificación.
Por ello, Galilea fue siempre llamada ‘Galilea de los gentiles’, ‘distrito de gentiles’ o ‘distrito de goyim’(גלילה ה גוים [gelileh ha goyim]).
La palabra hebrea gelileh (Galilea), en español se traduce ‘cromlech’ (como puede consultarse en cualquier diccionario de hebreo), y es bien sabido qué connotaciones celtas tienen los cromlech. Con el tiempo el hebreo pasó a utilizar la palabra también significando ‘distrito’.
Esa palabra (gelileh) es un préstamo procedente de la raíz indoeuropea *gal-, raíz comúnmente usada para formar gentilicios de pueblos indoeuropeos de tipo celta (gálatas, gaélicos, galos, etc.), y significa fuerza, especialmente en el sentido de bravura y fortaleza.
Galilea se había constituido en una nación independiente, con una pequeña aportación de sangre cananea (similar a la íbera), otra pequeña aportación de sangre hitita (arios de tipo anatolio), y grandes aportaciones de sangre irania (arios de tipo indoiranio), griega (también indoeuropeos) y macedonia (también arios). A esto se debió sumar también una parte de sangre celta de tipo gálata (por tanto también indoeuropea). En suma, los galileos eran de sangre indoeuropea (aria).
Pero nos hemos dejado algo: Antes dijimos que algunas poblaciones de judíos habían ido emigrando a Galilea paulatinamente; pues bien, esas poblaciones de judíos, en su totalidad, fueron trasladadas definitivamente a Judea por el caudillo hebreo Simón Tharsi hacia el 165-160 a.C.
Galilea queda entonces como un territorio plenamente ario, donde perviven algunos restos culturales cuasi-hebraicos en las comunidades denominadas ‘judeohelenísticas’, que, apoderándose de ellas, aprovecharon para sus propias reuniones religiosas y políticas las sinagogas que habían dejado vacías los judíos que se habían marchado de allí.
Por lo tanto, María de Nazaret, la Santa Virgen Inmaculada, Madre de Cristo, es de raza aria, porque era de Nazaret y Nazaret era una ciudad de Galilea. Pero, ¿y el padre de Jesús?
Tendremos ocasión de exponer y demostrar en otro escrito por qué el Único Padre ‘biológico’ de Jesús es Dios.
Pero si algún hereje o infiel llegase hasta aquí y objetase que Jesús, si su madre era aria, él era mestizo ‘por ser hijo de San José, que era judío’, habría que señalar la existencia de una teoría que dice que el rey David –antepasado de San José-, era un ario adoptado.
Por otra parte, el hereje o infiel que niega la Virginidad de la Santa Madre de Dios no puede tampoco plantearse que Jesús fuera hijo ‘biológico’ de San José porque San José era avanzado en edad; además, las fuentes que hablan de quién era el padre de Cristo dicen:
1-Que era hijo de Dios (cristianos)
2-Que era hijo de un ‘espíritu maligno’ o de un legionario romano llamado Pantera (judíos).
El lector verá si prefiere creer a los cristianos o a los judíos, pero en cualquier caso Jesús NO es judío de cualquiera de las dos formas.
Por tanto, se ha demostrado con una exposición de algunas pruebas que Jesús, en su aspecto humano y psicológico, no es judío, sino galileo, y por tanto de Indoario.