Para seguir leyendo deberíais saber que el Diseño Inteligente no tiene absolutamente nada que ver con el creacionismo ya que no nos regimos por un dogma religioso, pese a que algunos se empeñen en introducirnos en fundamentalismos religiosos que nada tienen que ver con los científicos que apoyan al Diseño Inteligente.
Esto no es “creacionismo”
Resulta necesario subrayar, contra lo que se ha dicho en múltiples ocasiones, que la teoría del Diseño Inteligente no es “creacionismo”, sino simplemente un esfuerzo para detectar empíricamente si el “diseño aparente” que se ve en la naturaleza, admitido virtualmente por todos los biólogos, es en verdad diseño (el producto de una causa inteligente)
Desde el descubrimiento del ADN, la información genética y la complejidad irreducible, el mundo de las ciencias naturales está en alerta al desafío del Diseño Inteligente.
El mundo es demasiado complejo y tan bien diseñado que es imposible que haya llegado a nosotros sin la ayuda de un diseñador.
Hay demasiadas evidencias que dejan en evidencia la teoría de la evolución, ya que no pudo surgir por casualidad y azar.
La vida se rige por leyes inteligentes que indican orden y equilibrio.
El azar hace y deshace.
Casualidad o Causalidad
La casualidad (el azar) a la causalidad (la finalidad).
Por una parte, tendríamos que tener claro que la nada no puede evolucionar. Para que exista evolución se ha de partir de la existencia de un algo previo al punto cero del Bing-bang, aquí los evolucionistas no tienen por donde empezar.
Michael Denton, conocido biólogo molecular, señala que la complejidad de la ordenación de los aminoácidos en una macro proteína es tan abrumadora, que la probabilidad de su formación por puro azar, es prácticamente nula.
Si hacemos referencia al BigBang para que este mundo hubiese sido producto de una evolución ciega, tendríamos en cuenta que se calcula que el Bing-Bang pudo tener lugar hace 15.000 millones de años; y que, por lo tanto, el número de oportunidades de alcanzar el orden actual no puede ser infinito.
La caja negra de Darwin
Una tradicional trampa para ratones, todas las piezas de la ratonera están perfectamente conjuntadas para su función: el muelle, el resorte, etc... Si falta algo o no tiene el tamaño requerido, la trampa no funciona; mejor dicho, la trampa no es tal.
Ejemplos de complejidad
Los aminoácidos, con los cuales se forman las proteínas, que pueden alcanzar un grado de complejidad asombroso.
Es imposible que la coagulación de la sangre, el sistema de transporte de proteínas, hayan llegado a alcanzar esas funciones tan precisas por mutaciones casuales graduales.
