jueves, 2 de agosto de 2012

La naturaleza de la maldad

Los hombres perversos no saben lo que ha o no ha de hacerse. La pureza no reside en sus corazones, ni la buena conducta, ni la verdad. Ellos afirman: "Este mundo no tiene verdad ni cimiento moral, ni Dios. No existe ninguna ley de creación: ¿qué otra cosa sino el deseo carnal es la causa del nacimiento?".
Apegados firmemente a esa creencia, estos hombres de almas muertas, ciértamente de poca inteligencia, acometen su malvada obra: son los enemigos de este hermoso mundo, y trabajan para su destrucción.

Bhagavad Gita