lunes, 17 de enero de 2011

Robert Mathews


Durante meses, el FBI no pudo encontrar la menor pista. Mathews, mientras tanto, acabó por reclutar a un cierto Thomas Martínez, personaje de una inteligencia limitada y de una moralidad más que dudosa todavía, para pasar billetes falsos de 20 dólares (2) en pequeños comercios de Filadelfia, pero nunca cerca de su domicilio y jamás dos veces seguidas en la misma tienda. Pero Martínez era perezoso y pasa la mayor parte del dinero en su barrio. Los servicios secretos empezaron su investigación y llegaron fácilmente hasta él. Éste no tardó mucho en contarlo todo al FBI. Martínez tendió una trampa a Mathews arreglando un encuentro con él en la habitación de un motel, en el Estado de Washington. Es allí donde debía ser arrestado por el FBI, pero Mathews olfateó algo sospechoso y escapó de la celada, arma en mano. Él escapo tan solo con una mano herida.


Fue finalmente localizado en un refugio en la Isla Whidby, sobre la costa del Pacifico, donde fue rodeado por agentes del FBI. Según los periodistas de Denver, Kevin Flynn y Gary Gerhardt, autores del libro "La Hermandad Silenciosa", el escondite de Mathews fue revelado por un cocainómano de nombre Bill Soderquist. Éste había sido acusado por Mathews de ser incapaz de superar su dependencia de la droga, lo que significó el fin de su pertenencia a la Hermandad Silenciosa. Esto resonó como una amenaza de muerte en los oídos de Soderquist, que fue más tarde el único miembro de la Hermandad Silenciosa en beneficiarse de una inmunidad completa por parte del gobierno.


En la Isla Whidby, Mathews y varios de sus compañeros fueron rodeados por 150 agentes del FBI, entre los cuales había 5 equipos del SWAT. Mathews permitió a sus compañeros rendirse, pero rehúsa personalmente hacer otro tanto. Cuando el FBI empieza las negociaciones con él, Mathews demanda que las partes septentrionales de los estados de Washington, Idaho y Montana sean destinadas a la creación de un hogar ario. Mathews hizo igualmente saber que disponía de prismáticos con infrarrojos que le permitían distinguir las placas de identificación de los agentes federales. En un cierto momento, él mismo sugerirá al agente Fiddler que se cubriese mejor detrás de su árbol; esto no divierte al FBI que lanza el asalto a la casa, ocupando la planta baja con 8 hombres. Mathews responde con un nutrido fuego de pistola ametralladora a través del techo mientras rodaba por la habitación obligando a los hombres del FBI a retirarse. Pronto intentaron entonces una aproximación con un helicóptero, pero Mathews les responde lanzando ráfagas a través del techo. Ellos lanzaron entonces gases lacrimógenos, pero Matthews tenía una mascara de gas. Dos días transcurrieron y, en lugar de cortar el agua, lo que habría implicado un prolongado asedio y una cobertura mediática nacional, decidieron reducir la casa a cenizas mediante proyectiles incendiarios. Cuando la casa empezó a arder, Mathews llenó la bañera de agua, se quitó la mascara de gas y se sumergió. Pero el incendio era tan violento que el techo se derrumbó sobre la planta baja, precipitando a Mathews fuera de su bañera en la hoguera donde encontró la muerte.


Cada año, el 8 de diciembre, día del aniversario de su muerte, en 1984, militantes racialistas se reúnen en la Isla Whidby para conmemorar su sacrificio. Algunas organizaciones después han buscado imitar la táctica de la Hermandad Silenciosa, pero todas han sido destruidas a excepción de la ultima, que se hace llamar el Ejercito Republicano Ario y opera en el noroeste de los Estados Unidos. FRANK MARTELL 2.- Empeñados en una guerra total contra el sistema, los Brüder Schweigen, recurrieron, como todas las guerrillas, a medios tales como atracos a bancos o la utilización de moneda falsificada para financiar sus actividades.